Uno de Emilio.....
Había algo distinto pero no me di cuenta de que era el silencio. Faltaba el rumor de las plantas grandes en los canteros y las más chicas en las macetas; faltaba la radio, o el televisor, sonando a todo volumen; faltaba el quejido de las hojas del diario, por no quedar dobladas donde ellas querían; y faltaban las toses, los descontentos roncos, las risas secas de cada tanto, la iésima vez de la misma anécdota; y también faltaban los sacudones a los picaportes, las puertas castigando dinteles, el arañar de las patas de las sillas sobre los mosaicos, las chancletas que plapeaban el piso, el bastón buscando ser taco.