Por fin

Siempre tuve fascinación por las culturas antiguas. Incluso recuerdo que a los quince años quería ser arqueóloga. Ese deseo se me fue pasando, pero igualmente mis mochilas me hicieron recorrer el norte del país, Bolivia, Perú, Méjico, Guatemala, Nicaragua, donde se asentaron los mayas, los aztecas, los incas, o, lo que comúnmente se denomina como Precolombino.

Quizá por eso, mi libro lleva este epígrafe:

Sólo venimos a dormir,

sólo venimos a soñar.

No es verdad, no es verdad

que venimos a vivir en la tierra.

Anónimo precolombino

Los espero, entonces, este martes, a compartirlo conmigo