Hoy miércoles
Mientras tanto, un poema de Vanina Colangiovanni, de Lo último que se esfuma
Encomendada
Será casualidad
si se ven las cosas de color verde
y todo lo que queda
dentro de las cuatro paredes
de una habitación
se cubre de un ligero
tono verde: casi gris, casi amarillo
según la luz?
No, no es casualidad si entre un día y otro
las horas se enganchan como dos dedos en tensión hasta soltarse
a tal punto que ese verde ligero se oscurece
casi lila, casi marrón
y el día no se une, queda suelto hasta volverse negro.
Y bien mirado, más bien parece una excepción
un accidente que establece una causa
entre verde y marrón, entre ese día y aquel que está más lejos
y hubo además un día, otro día
que se vistió de bermellón para no ser perdido de vista
igual que una niña en la edad media,
corriendo por un camino de flores hasta la casa de su abuela
ella es la encomendada y la encomienda
que aparece entre las ramas
y desaparece entre los pétalos.
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