sábado, septiembre 18, 2010

Otro de Alda Merini

¿Por qué me acaricias los hombros y los senos,
como si fuese tu propiedad?
Sobre la belleza de la mujer se deposita
el polvo del vuelo
como sobre las alas de las mariposas.
¿Por qué crees que teniéndome encerrada
en un florero de piedra,
yo puedo vivir?
Existen conocimientos impalpables y secretos
sobre la poesía
que yo no quiero darte:
por ejemplo el sueño.
Tú no sabes que en el momento en que sueño
yo me refugio en una realidad
que tú no verás jamás
y si me tocas yo me duermo
como un niño secular
que no quiere crecer
como un escudo de paja
que no tiene más tejido.
No debes tratar a la poesía
con tus manos:
ella se enferma y se vuelve árida.
No debes mirar la crisálida
con lujuria:
no se convertirá nunca en mariposa.
No debes dar temblores de placer al cuerpo
que no sean aquellos del amado.
Ella reconoce las caricias del amor
como el hijo las caricias maternas.
Hay hombres que quieren ser
madres de poesía
y en cambio se vuelven sepulcros.

Traducción de Mariana Terrón y Nurit Kasztelan

Mas poemas, aca en el nuevo numero de no retornable

1 Comments:

Blogger Pablo said...

qué buenooooooooooo, maravilloso

11:13 p. m.  

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