Un ramo de violetas
Siempre me gustaron las violetas. Cuando éramos niñas y la gente me preguntaba que flor te gustaría que te regalaran yo decía un ramo de violetas y me miraban raro. Son demasiado comunes, me decían, ni siquiera tienen perfume.
No me importaba, me gustaba lo que implicaba la pequeñez de un ramo. En general, otras chicas contestaban jazmines o margaritas; las románticas siempre se quedaban con las rosas y las más sofisticadas se animaban con los nardos o una magnolia, por su perfume.
Dicen que las flores más bellas que hay, son las orquideas; pero tengo que confesar que siempre las odié un poco. Me molestaba esa cosa elitista que conservan. Una vez, me regalaron una orquídea y no supe que hacer con ella.
Nunca le conté a nadie que me hubiera encantado que me regalaran violetas. Es algo que me guardé para mí. Creo que, en el fondo, deseaba que alguien lo descubriera solo, no que yo se lo tuviera que contar.
Y ahora, leyendo Agua viva de Clarice Lispector, leo:
“La violeta es introvertida y su introversión es profunda. Dicen que se esconde por modestia. No es así. Se esconde para poder captar su propio secreto. Su “casi-no-perfume” es una gloria sofocada que exige que la gente lo busque. No grita nunca su perfume. La violeta dice cosas leves que no se pueden decir.”
No me importaba, me gustaba lo que implicaba la pequeñez de un ramo. En general, otras chicas contestaban jazmines o margaritas; las románticas siempre se quedaban con las rosas y las más sofisticadas se animaban con los nardos o una magnolia, por su perfume.
Dicen que las flores más bellas que hay, son las orquideas; pero tengo que confesar que siempre las odié un poco. Me molestaba esa cosa elitista que conservan. Una vez, me regalaron una orquídea y no supe que hacer con ella.
Nunca le conté a nadie que me hubiera encantado que me regalaran violetas. Es algo que me guardé para mí. Creo que, en el fondo, deseaba que alguien lo descubriera solo, no que yo se lo tuviera que contar.
Y ahora, leyendo Agua viva de Clarice Lispector, leo:
“La violeta es introvertida y su introversión es profunda. Dicen que se esconde por modestia. No es así. Se esconde para poder captar su propio secreto. Su “casi-no-perfume” es una gloria sofocada que exige que la gente lo busque. No grita nunca su perfume. La violeta dice cosas leves que no se pueden decir.”
Etiquetas: Flores
4 Comments:
Que lindas las fotos de abajo Nurit!! Tenés razón sabés? Pensaba en como te cuidas de no aparecer en ninguna. Mientras, me sigo chocando con Clarice ("su no perfume", esta bueno descubrir cuando ciertas inclinaciones tienen un eco en otro lado, iba a decir poético) Mmm, con algo que me decías sobre Cheever, todavía no, pero supongo que ya llegaré a sus ensayos. No me quiero olvidar, esto es importante: me puso muy contento cruzarte aquella vez, lo quería decir pero me fui colgando. Fue medio raro ¿no? Ojalá se repita. Beso grande!!!
pd: me enteré que resurgió la cátedra de lit brasileña/portuguesa, epaaaaa
Lindo texto. Las flores son todas hermosas. No puedo decidirme por una o por otra. Pero me gusta mucho lo que se dice de las violetas...
Gracias Martin!
Y viste, trato de no poner ninguna foto donde estoy, aunque quizá alguna vez se me escape alguna...
Me enteré lo de la cátedra yo también, tengo una amiga q da los prácticos, lo más probable es que la curse así que ahí seguro se repite el encuentro, en ámbitos puanneros las cosas son un poco menos raras...
Y sí, obviamente Lispector y Pessoa se ven este cuatrimestre. No podían faltar, ¿no?
Gracias Euphoria!
Pero, por? Es algo así como paranoia blogera? teneme en cuenta a mi, pensando y pensando si serás o no serás vos la del rodete en el pelo...
Será menos raro ahora que te conozco, uno, y queeeeee buenoooo!! Estará Clarice en ese programa? Es la oportunidad justa para conocerla!! Beso grande, que esté todo lindo por ahi!!
posde: la directora de no-retornable siempre termina así las festas? (sonrisa)
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