El sábado
SABADO 9 DE AGOSTO
16 hs. Presentación: Ricardo Piglia. Mesa: RETORICA Y VERDAD
¿Es la del realismo la única escuela posible para abordar la no- ficción? Cuáles son las licencias literarias que sus autores se permiten y cuáles no? ¿La no ficción debe excluir recursos complejos para poner en escena un ascetismo que suele pedírsele al testimonio? ¿Qué hacer con la frase "la verdad tiene estructura de ficción"?
18hs. Mesa: LA COARTADA DE LA FICCIÓN
Cuando un autor publicita su obra bajo la adscripción del género "novela", tratándose de un texto en donde el mismo relato no oculta su deuda con sucesos reales o propone una cierta puesta en escena testimonial del "pasado reciente", ¿queda eximido de responder por los juicios críticos que el texto despliega? ¿La insinuación testimonial exige ser analizada exclusivamente en el espacio literario?
SÁBADO 16 DE AGOSTO
16 hs. Mesa: LOS SETENTA EN LA REPRESENTACIÓN
Tan lejos de los modelos impuestos por la literatura de compromiso como de aquella que, desde su programa, pelea su autonomía de lo político- social, algunos autores empiezan a representar los setenta con una variedad de figuras, que sin poner entre paréntesis el juicio histórico, van desde la nostalgia épica a la razón íntima, del uso del pasado como telón de fondo o elemento de la trama, a la invención satírica y el grotesco ¿Cómo leer estos setenta de ficción?
Coordinador: Claudio Zeiger
18hs. Mesa: EL TESTIMONIO EN CUESTIÓN
En la actualidad existe una puesta en cuestión del testimonio como el elemento fundamental para dar cuenta de las políticas de la memoria. Se le encuentran límites debido a su carácter subjetivo, a la imposibilidad ética de exigirle pruebas, a que se haya convertido en modelo de diversas puestas en escena del yo, incluso banales.¿Es válido recluirlo en el espacio meramente jurídico?.
Ponentes: Alejandro Kaufman, Beatriz Sarlo, Javier Trímboli
y Marta Vasallo.
Espacio para la Memoria y para la Promoción y Defensa de los Derechos Humanos (Ex ESMA), Avenida Libertador 8151.
Aparentemente, una lectura más, una charla más. Pero no. La clave está en la dirección.
Uno debería pensar que se le viene todo encima cuando entra a un lugar así, que los escalofríos son consecuencia natural de ese espacio. Pero entre la gente, el frío y lo desconcertante que son las mesas con café y facturas no hay tiempo casi para reflexionar. Me debo a mí misma el volver otro día, con más tiempo, con más conciencia y con mayor dolor.
Como el epígrafe de Nadie nada nunca, de Juan José Saer:
"...ha sido, es y será un fuego vivo, incesante,
que se enciende y se apaga sin desmesura..."
Heraclito, 30
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