jueves, febrero 21, 2008

I can´t stop thinking...

Ayer, mientras estaba sentada en el piso de la fábrica vieja de aceite que ahora llaman Ciudad Cultural Kónex, escuchando a Martín Buscaglia, pensaba en las nuevas modalidades de las bandas de ahora.

Por ejemplo, Martín no sólo cantaba sino que también hacía una especie de performance donde dialogaba con el público, rimaba al estilo de un payador modernizado, absolutamente modernizado; y usaba como instrumentos videojuegos, un joystick, unos palitos...

Me acuerdo que una vez al ver a Doris también me había llamado la atención que usaran una bolsa de nylon como instrumento, o que Pequeña orquesta reincidentes usara una caja de cartón.
Incluso las letras de estas bandas tienen un alto componente de vanguardia, como la de los osos panda, o la del coro de gosphel de la iglesia que se llama “Jesús is my coach”.

Me divierten esas cosas. Me parece que está bien romper con los convencionalismos, y, sobre todo, reírse de uno mismo. Porque lo que más rescato de Martín es su capacidad de burlarse de sí mismo todo el tiempo.

Y sin embargo, yo, cuando escribo, no se si estoy rompiendo con alguna estructura.
Me gustaría hacerlo, pero siento que estoy atada a algo, algo superior a mí, que no me lo permite. (Por favor, no tomen este comentario para el lado del gnosticismo porque no intenta ser eso ni ahí).

Entonces me pongo a pensar en la pintura, y pienso en que me gusta más, si un Malevitch o un Renoir, y no lo se. Es más, tampoco se si se puede volver a llamar cuadro a un cuadro luego de que Malevitch pintara "Cuadrado blanco sobre fondo blanco".

En algunas cosas me gusta lo clásico, aunque no se si justo Renoir es el mejor ejemplo. Pero hay ciertos cuadros que me provocan cosas físicas en el organismo, como alguno de Klimt.

En realidad, uno de mis artistas preferidos es El Bosco, un artista absolutamente avanzado para la época en que pintaba. ¿Alguien observó detenidamente “El jardín de las delicias”?
Más allá de que se lo puede leer a ese cuadro como precursor del surrealismo, hay un alto componente orgiástico en el cuadro que uno no puede dejar de tener en cuenta.

Entonces sigo pensando en qué significa romper.
¿Qué significa que algo cambie las cosas sin que se las vuelva a tragar el mismo mecanismo de vuelta?
En el capitalismo, asistimos a una época en la que el mercado absorbe todo, hasta lo que está en contra de él. En Chile, por ejemplo, circulaba un periódico de manera underground que se llama “The Clinic”, que sería una especia de la “Barcelona” nuestra. Resulta que finalmente se empezó a hacer conocido y ahora funciona como una marca, y abrieron un local en pleno barrio Providencia, que sería el casi equivalente al Palermo SOHO de acá, (intentan ser de vanguardia y fracasan, pero se siguen llamando de vanguardia), y venden remeras, llaveros, etc, con el logotipo de The Clinic. Cuestiones de mercadotecnia y merchandising...(pensar que hay gente que se pasa toda una carrera estudiando eso...).

Quizá el único invento que revolucionó fue la rueda. O el fuego. Quién sabe.

Ahora, el problema del arte es otra cosa.

Nunca me voy a poder olvidar las palabras de Adorno en la Dialéctica del Iluminismo, cuando decía que Odiseo, que había triunfado, no tenía otra salida que escuchar embelezado a las sirenas, y aplaudir.

Entonces, pocas veces podemos salir de ese círculo vicioso de artista-espectador donde la única reacción que provoca el artefacto estético en el artista (sea un cuadro, un poema, una canción, una obra de teatro, etc) en el espectador / lector es el aplauso, o el disgusto.
Pero ya no pasa que uno escucha el canto de las sirenas y se tira al mar.
Quizá existe, o existió, y yo nunca me enteré, una banda cuyas canciones provocaban efectos suicidas en quienes los escuchaban, pero no creo.

Estaría bueno quizá pensar en el sick art que nos describe Pauls en El pasado, ya que Riltse sería el artista que conjuga en sí mismo el papel de víctuma y verdugo.

Bueno, eso es todo lo que me acuerdo de lo que pensaba ayer mientras escuchaba Martín Buscaglia...

6 Comments:

Blogger perra de agua said...

Atractivo su post. Personalmente creo que no se puede romper todo el tienpo. Pero que cuando logramos esas maravillosas rupturas minimas y completas en sí mismas, debemos sentirnos realizados, aunque más no sea por un rato. Creo en esas rupturas cotidianas, esas que nos dejan algo dando vueltas en el marote aunque sea por un día y nos extirpan la rutina. Y creo que su post está muy bueno, porque reflexionar sobre estas cosas ya es romper un poco, aunque más no sea romper el hastio de mi tarde en la oficina.

5:06 p. m.  
Blogger Cresto said...

A riesgo de ser tildado de "positivista", "telelógico", y de más epítetos (ja) se me ocurre que en realidad todo es el movimiento entre la ruptura y la "institucionalización". Las vanguardias tienen como "función" romper, son el ariete (para usar una metáfora militar), el momento de la institucionalización, en cambio lo que hace es retomar algunas cosas de las vanguardias e integrarlas. O sea, creo que hay que tener en cuenta todo el movimiento... porque si no te perdés una parte central... Si me preguntan, creo que es en los momentos entre medio (o sea, luego de la vanguardia y antes de la plena inserción) los momentos más productivos... (Y creo que no solo en el arte... en la política también).
Ahora, el tema del mercado... eso es otra cosa...

1:00 p. m.  
Blogger Culp said...

pensas mucho!

yo estoy tratando de dejar la cabeza de lado y poner el cuerpo en acción. (estoy tratando al menos)
se entiende que no estoy diciendo no pensar nada, sino tratar de no penar tanto. ojo!

si, he vuelto!
y con un pan bajo el brazo
hasta otra vuelta.

Culp!

2:26 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

en la clinic chilena creo que trabajó el viejo symms, otrora monologuista redondo, obviamente lo hecharon por su comportamiento (Pro)wiskey y demases, jajajja un grosso!

pd:no es muy intelectual mi commentario,lifes hard!

11:36 a. m.  
Blogger sushi punk said...

nurit, si así te pones con un recital de buscaglia, no pienso llevarte al teatro, ja. no, fuera de joda, me encantó el vuelo, sobre todo el permitirse el vuelo. se me ocurren muchas cosas para decirte, pero eso sería oooooooootro vuelo y más mejor y menos peor te las digo en persona. lo que sí, me quedó pendiente el sistema y cómo aquello que en algún momento le hace crítica luego forma parte de (bah, lo estoy pensando en relación a la investigación del rock chabón, fue lo primero con lo que asocié tu post).

2:14 a. m.  
Blogger Nurit said...

Perra de Agua: Gracias!
todos buscamos siempre romper el hastío burocrático...

Y está bueno eso de que no se puede romper todo el tiempo...

Cresto: La tenés con la palabra epíteto!!!

Culp: Bienvenido de vuelta!!!!
Novedades de su libro?
pd: Hay una canción que canta un amigo que se llama Pedro Ferdkin que se llama "Poner el cuerpo en acción", y en un momento dice "dejar la cabeza afuera".
¿La conocés?
Si sí, sería demasiada casualidad...

Atc: Gracias por el dato...
Y si, life is hard, but worth living, no te parece?

Sushi: No siempre soy tan cerebral. Tengo mis días...y es verdad, ahora que lo pienso, tu ponencia sobre el rock chabón sirve para reflexionar el mercado y sus lógicas...

10:02 a. m.  

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