jueves, octubre 18, 2007

Porque estoy al pedo en la oficina

No soy de las que tardan en hacer las cosas. Pero me pasa que cuando me voy de viaje me cuesta transmitir lo que viví. Sobre todo, si se trata de experiencias intensas, de grupo, de pegoteo absurdo donde te movés en masa hasta para ver el color del cielo y después llegas a tu casa, en Buenos Aires y te sentís solo porque extrañás la compañía constante, los ruidos, los chistes, los excesos.

Creo que en realidad, a pesar de buscarlo de niña para evitar los gritos de mis padres, siempre le tuve miedo al silencio. Porque los ruidos tapan espacios. Cosas en las que no quiero pensar. Y entonces me cuesta bajar, volver a la rutina, al trabajo monocromático, a chequear mails 50 veces por día, a robarle horas al estado, a viajar en colectivo y saber exactamente donde tengo que bajar.

Es que está tan buena la sensación de perderse, de no saber adonde ir, de no tener horarios, de crear nuevos espacios todo el tiempo. Y ese goce que te da el dormir pocas horas, porque deja a tu cerebro en un estado de desborde que permite asociaciones distintas, modulaciones esporádicas, y seguir, seguir, seguir. Porque sí.

Y ahí viene la típica pregunta de un estudiante de letras, para seguir a tono con el congreso: ¿Es posible trasmitir una experiencia?. Y mis preguntas de hoy también son ¿Cómo se construyen los vínculos? ¿Qué significa la palabra adrenalina?

Una vez Fontanarrosa dijo: “Los hombres están con minas solo para contarle a sus amigos”. Y es que el negro tiene tanta razón, en general, uno siente que no vivió ciertas cosas si no las cuenta.

Pero, en este caso no puedo contar lo que viví. Por que hay experiencias que no se pueden contar. Las pobrezas sí, ojo. Y esto me lo van a entender quizá solo pocas personas, las Benjamin, y hoy solo me importa eso.

No sirvo para crónicas. Si quieren leer crónicas bien escritas y sin errores de ortografía o gramática, ya que, por ahora, me niego a hacer esa materia, aunque Ani me obligue a que la haga, lean las de Mariano.

Y si quieren leer una específica del viaje, (una mezcla de fotos y crónica)
lean la de Sol, la de Vicente, la del Rufian o la de Ceci y vean las fotos de Luisa,

Acá la página del Encuentro de Estudiantes de letras, para el que le interese el año que viene.
Se viene Chaco...

3 Comments:

Blogger C.E said...

Felicidad la del tiempo al pedo, que te hace escribir prosa tan buena

9:59 p. m.  
Blogger sushi punk said...

lindaaaaaaaaa!!!
nostalgión. no seremos uniformes, epor somos masa, y eso importa (por ahora importa y vale, mucho). silencio... mmm me hiciste acordar un txt que dice: el silencio está hecho de mentiras.
se viene la benjaminiada...

beso!!

5:22 p. m.  
Blogger Nurit said...

Gracias Ceci!

Luisa, sí, se viene la benjaminiada.
Que sea dominguera, para evitar el bajón.

9:21 a. m.  

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