De Cursilerías y otras banalidades

Como dice Guadalupe,

triste sería
decir
cuando nazca
mi primer hijo

Ay! es como publicar un libro!

Ay, pero es que aunque suene a cursi, ando con depresión post-parto.
Llorando porque sí.

Salgo de lo de Walter con el libro en la mano y me llaman al celular para decirme que la cena que iba a tener más tarde en San Telmo se hace más temprano, así que me bajo del colectivo cerca de Retiro para ir a tomarme la misma línea, aunque para el otro lado.

No creo en las casualidades.

Me bajo y me doy cuenta de que estoy a dos cuadras de la casa de Arturo, que, si bien no fue el padre, podría ser como mi obstetra.

Por ahí creo más en la sincronización, una de las únicas cosas que me parecen valederas de la teoría newagesiana de Jung.
Porque ahí corro a llevarle el libro a Arturo.