Hace mucho tiempo que no escribía un poema...
Gritos y susurros
a I. B.
Oye los jadeos
los ve
siente el aire enrarecido
los olores ácidos
movimientos van vienen paran suturan.
Se muerde la lengua,
en un estado de trance va hacia la cocina
agarra una botella,
la rompe contra la mesa
y se autoflagela,
toma un pedazo de vidrio
y se lo mete adentro,
cada vez más adentro,
hasta que sangra.
Agarra el pisapapas,
sobre un plato de loza muele el vidrio
amasa la harina
formando una masa.
Amorfa la masa
la manosea
estira estira la masa.
La muerde.
La chupa.
Babea.
Como un mogólico le corre baba por toda la boca,
baba amarilla
alcalina.
Muerde la masa cruda y vomita.
Vomita sangre con pedazos de vidrio
se pasa la masa por el cuerpo
como si fuera jabón.
Se siente sucia
y se frota con la masa.
Se mete la masa en la boca
mientras tararea una canción de cuna.
Sus caderas se mueven
con ritmo diabólico y frenético
se balancea para un lado
para el otro
forma eses con sus piernas
y ochos con sus pechos.
Agarra el oporto y toma un trago largo
se pasa la lengua por los labios
se saborea
hinca sus dientes en su boca
de nuevo sangra
y el piso se vuelve mancha roja
que se eleva
se eleva y todo se mueve
y ella flota y danza
palimpsesto de danzas en la cocina
grita y susurra
grita y susurra
unta almíbar en sus pezones
y se excita
se acuesta sobre los azulejos
fríos
ella toda húmeda
y se queda dormida
así, en la cocina.