Ciclo de lecturas de poesía

Con respecto al post anterior, quizá mi decisión pasa entonces por intervenir en el campo cultural de alguna forma.

Como había mencionado en algunos post anteriores, como en el que vuelvo de las vacaciones o el que menciona esta corazonada o en este aún más viejo donde el proyecto esyaba en el aire o en el primero de todos donde menciono el proyecto.

Hoy, entonces, puedo decir que muchas cosas pasan por un simple tener ganas.

Estoy organizando un ciclo de lecturas de poesía con unos amigos.

Inevitablemente, estamos haciendo un recorte: ni queremos ni pretendemos que lean todos los poetas. Sería una tarea imposible e infructífera. En algunos casos la elección pasa porque buscamos un poeta, o una estética, en otros porque teníamos más acceso, en otros por recomendaciones, etc.

Muchos pensarán que es ridículo organizar un ciclo de poesía a esta altura donde esta lleno de ciclos donde se lee. No es que lo organicemos porque nos parecen mal los otros, o quizá, en el fondo, un poco de eso debe haber. Como expresa Panesi en su lección inaugural uno estudia letras porque, lo sepa o no, está en contra de algo. Y quizá lo que está faltando es un poco más de diálogo entre las generaciones, entre las distintas estéticas.

De hecho, con mis amigos que organizo el ciclo tenemos estéticas disímiles con respecto a nuestra poética pero sin embargo en algunos puntos nos encontramos. Y quizá ahí es donde reside todo el problema: ¿Cómo lograr la confluencia de estéticas antagónicas para lograr que dialoguen entre sí más allá de que se crucen o no en algún punto? Porque, es sabido que si una estética dialoga solo con ella misma, se ahoga en un vaso de agua.

También queremos escuchar a ciertos poetas que no están leyendo tanto últimamente. Y, por supuesto, también buscamos visibilidad. Sería hipócrita negar eso.

Como dijo Gastón Bachelard “En el principio de toda práctica estética se trata del deseo de engendrar un espacio”.