viernes, mayo 11, 2007

Cotidianas

Caminando por La calle Niceto Vega me agarró un hambre tremenda. Pasé por una frutería y me compré una manzana. Me compré dos en realidad. Una la guardé en la cartera. Cuando llegué a mí casa y abrí la cartera un olor hediondo inundó la atmósfera. El olor era tan fuerte que me impedía respirar. Entonces mis ojos perspicaces encontraron el culpable: un gusano muerto.

No seas ingenuo: Esto es sólo publicidad.

La manzana en el gusano comienza hoy

2 Comments:

Blogger Vir said...

Sepa, Nu, que me hubiera gustado mucho ir. Pero mis obligaciones maternas me lo impidieron. Supongo que habrá crónica aquí de lo acontecido.

1:10 a. m.  
Blogger Unknown said...

¡Yo fui!
Escriba una crónica che!

Saludos

12:16 p. m.  

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