Cotidianas
Caminando por La calle Niceto Vega me agarró un hambre tremenda. Pasé por una frutería y me compré una manzana. Me compré dos en realidad. Una la guardé en la cartera. Cuando llegué a mí casa y abrí la cartera un olor hediondo inundó la atmósfera. El olor era tan fuerte que me impedía respirar. Entonces mis ojos perspicaces encontraron el culpable: un gusano muerto.
No seas ingenuo: Esto es sólo publicidad.
La manzana en el gusano comienza hoy
No seas ingenuo: Esto es sólo publicidad.
La manzana en el gusano comienza hoy
2 Comments:
Sepa, Nu, que me hubiera gustado mucho ir. Pero mis obligaciones maternas me lo impidieron. Supongo que habrá crónica aquí de lo acontecido.
¡Yo fui!
Escriba una crónica che!
Saludos
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