La reseña que faltaba
El jueves pasado fui a ver Il registra di matrimonio, de Marco Belocchio, al Bafici. Hacia mucho que no veía una película que no fuera un drama y que me emocionara tanto.
Ya de por sí que sea en italiano me trae todas las raíces encima: mis abuelos maternos, que se vinieron acá cuando comenzó la guerra. Esas ganas de ir a Italia. Porque cuando uno ve las imágenes del mediterráneo, de las fuentes, de las casas, del paisaje, tanta belleza lo lastima.
Nos muestra esa parte pulsional de Italia, (digo pulsional y no pasional a propósito, porque, como diría Battaille, lo pulsional tiene que ver con la muerte, y como afirmaba sarcásticamente el famoso director de cine: "La muerte es lo que demanda más en Italia").
También me gusta esa especie de burla a los intelectuales que vemos cuando el príncipe le pide al registra que firme su boda o en los comentarios que le hacen los aristócratas al director sobre el rol del intelectual y su relación con el estado. Me hace acordar a lo que dijo Nicolás Rosa en la contratapa de Cosas Animales Discursos "El intelectual vive de prestado".
Mi frase preferida de la película es "El artista ve lo que otros no ven". Y a veces, como dijo Borges respecto de los libros, las películas valen la pena aunque sea por una sólo imagen, o una sólo frase que el personaje haya dicho.
En el final de la película, no terminamos de saber si la princesa finalmente huye con Enzo, si cada uno huye solo, si se condena a un matrimonio sin amor o qué es lo que verdaramente pasa. Planos que se superponen y muestran posibles desenlaces que dejan que el espectador se quede con el que más le gusta ¿Importa acaso?
Pd: Esto no pretende ser una crítica. Son sólo imágenes sueltas de un viernes a la mañana.
Ya de por sí que sea en italiano me trae todas las raíces encima: mis abuelos maternos, que se vinieron acá cuando comenzó la guerra. Esas ganas de ir a Italia. Porque cuando uno ve las imágenes del mediterráneo, de las fuentes, de las casas, del paisaje, tanta belleza lo lastima.
Nos muestra esa parte pulsional de Italia, (digo pulsional y no pasional a propósito, porque, como diría Battaille, lo pulsional tiene que ver con la muerte, y como afirmaba sarcásticamente el famoso director de cine: "La muerte es lo que demanda más en Italia").
También me gusta esa especie de burla a los intelectuales que vemos cuando el príncipe le pide al registra que firme su boda o en los comentarios que le hacen los aristócratas al director sobre el rol del intelectual y su relación con el estado. Me hace acordar a lo que dijo Nicolás Rosa en la contratapa de Cosas Animales Discursos "El intelectual vive de prestado".
Mi frase preferida de la película es "El artista ve lo que otros no ven". Y a veces, como dijo Borges respecto de los libros, las películas valen la pena aunque sea por una sólo imagen, o una sólo frase que el personaje haya dicho.
En el final de la película, no terminamos de saber si la princesa finalmente huye con Enzo, si cada uno huye solo, si se condena a un matrimonio sin amor o qué es lo que verdaramente pasa. Planos que se superponen y muestran posibles desenlaces que dejan que el espectador se quede con el que más le gusta ¿Importa acaso?
Pd: Esto no pretende ser una crítica. Son sólo imágenes sueltas de un viernes a la mañana.
2 Comments:
tu blog me gusta mucho.
beso.
Muchas gracias Eca!
Publicar un comentario
<< Home