Jazz y vino

Ayer a la noche, en un cumple, vino un chico a tocar jazz. No se porqué pero apenas iba por la segunda o tercera canción tuve ganás de tomar vino. Es que últimamente me pasa que vivo en una sinestesia continua, por ejemplo cada vez que huelo cebolla frita me viene la imagen de mi abuela.

Me impresiona la capacidad que tiene la mente de unir imágenes o momentos con sensaciones, como la gente que toma café y quiere un cigarrillo. Yo no fumo, pero alguna que otra vez borracha he dado algunas pitadas y ahora cada vez que estoy borracha tengo ganas de fumar.

Quizá lo del vino es porque en una época iba a Casa Pedraza, a escuchar jazz los viernes y siempre tomaba vino tinto. Un vino de esos berreta pero que a mí me gustan igual, que tienen como un sabor agridulce y que te dejan los labios morados.

Pd: Al margen, les recomiendo Casa Pedraza. Queda en Manuela Pedraza al 2600, es los viernes a partir de las 9 pero igual yo siempre caía tipo 11, 12 y la música seguía, (de hecho terminaba tipo 3, 4) y tocan músicos amateurs o cualquiera q se le ocurra llevar su instrumento. Creo que no se pagaba la entrada o a lo sumo eran 5 pesos.
Si alguno toca saxo llevelo de hecho.