Mi primo: poeta rebelde
Llegamos de visita y nos enteramos de que a mi primo casi se le quema la cornea.
Rebelde sin causa, el James Dean de la familia que se parece a Jim Morrison y no le parece que existan límites: llegó a la una del mediodía para comer el asado de navidad después de haber pasado la noche en cana y venir todo golpeado.
Pero entonces le pregunto que le había pasado la semana pasada que casi se le quema la córnea y me contesta:
"Es que quería ver el sol".
Ahí está entonces, el niño interior de mi primo, ese que se perdió hace rato pero uno lo encuentra a veces en sus ojos avellana.
Rebelde sin causa, el James Dean de la familia que se parece a Jim Morrison y no le parece que existan límites: llegó a la una del mediodía para comer el asado de navidad después de haber pasado la noche en cana y venir todo golpeado.
Pero entonces le pregunto que le había pasado la semana pasada que casi se le quema la córnea y me contesta:
"Es que quería ver el sol".
Ahí está entonces, el niño interior de mi primo, ese que se perdió hace rato pero uno lo encuentra a veces en sus ojos avellana.
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