lunes, octubre 09, 2006

Pablo Dacal y la Orquesta de Salón

Gracias a la noche de los museos del sábado, fui al museo Evita a ver a Pablo Dacal.
Por suerte, la música es una de esas instancias que te deja sin reflexiones.
Como por ejemplo, no formar opinion de lo que implica la existencia del museo Evita, o de la iniciativa gubernamental de fomentar la noche de los museos, o no tratar de clasificar a qué género pertenecen sus canciones, si es mezcla de rock, floklore, tango, o que se yo.

Simplente pensar (aunque suene a oxymoron)
"Que lindo es ver a Dacal (al margen, que lindo que ES Dacal) entonar:

"Caminar, amar, amar y cantar
"Caminar, amar, amar y cantar"
o alguna que otra de Favio o de Discépolo.

También me pasa que cada vez que escucho un violín me da un no se que, quizá porque tocar el violín es algo que siempre quise hacer, que se intensificó después de leer el libro "Canone inverso", cuando estudiaba italiano.