Lenta destrucción
Hay umbrales de los que no se vuelve. Hay trazos que definen, que delinean distancias, diferencias. No considero que la vaguedad de estos pensamientos se deba a un deseo de ambiguedad (ya me adelanto a los posibles comments que reclamen una explicación acerca de qué hablo) sino que creo que pocos van a entender a lo que me refiero; y con eso basta.
Si el mundo esta dividido, eso no me toca a mí definirlo: las palabras encierran conceptos, ideas, que se bastan por sí solas. La idea de desborde, de un líquido amniótico que se reproduce en cuajos para trasnformarse en materia brillante, no es mía, o quizá sí, pero eso ya no importa.
No importa quien habla. Dice alguien que no importa quien habla.
Discuto con mis compañeros de taller si es pretencioso o no poner citar encubiertas, si los guiños son pedantes, tomando como experiencia personal leer Tartabul y cada dos renglones decir "Este hijo de puta de Viñas me está cansando las pelotas con tanta erudición encubierta".
Restará para los demás quizá el definirse, el entender, o porque no, el copiar.
Mientras tanto, las aristas se reproducen, se expanden.
Quizá hoy, un día en que, como dice mi amiga R., todo está teñido de otro color; un día en que mis ojos sufren de ictericia;
hoy, un día en que decido no poner acentos porque escribo directo en el blog y no tengo ganas de pasar el corrector;
hoy, un día en que reconfirmo que no sirvo para la narrativa porque tiendo a abusar de los conectores, las repeticiones y los recursos estilísticos;
me sirva como ejemplo decir:
Están los que piensan que Pizarnik era una loca.
Estamos los que pensamos que Pizarnik era una genia.
Si el mundo esta dividido, eso no me toca a mí definirlo: las palabras encierran conceptos, ideas, que se bastan por sí solas. La idea de desborde, de un líquido amniótico que se reproduce en cuajos para trasnformarse en materia brillante, no es mía, o quizá sí, pero eso ya no importa.
No importa quien habla. Dice alguien que no importa quien habla.
Discuto con mis compañeros de taller si es pretencioso o no poner citar encubiertas, si los guiños son pedantes, tomando como experiencia personal leer Tartabul y cada dos renglones decir "Este hijo de puta de Viñas me está cansando las pelotas con tanta erudición encubierta".
Restará para los demás quizá el definirse, el entender, o porque no, el copiar.
Mientras tanto, las aristas se reproducen, se expanden.
Quizá hoy, un día en que, como dice mi amiga R., todo está teñido de otro color; un día en que mis ojos sufren de ictericia;
hoy, un día en que decido no poner acentos porque escribo directo en el blog y no tengo ganas de pasar el corrector;
hoy, un día en que reconfirmo que no sirvo para la narrativa porque tiendo a abusar de los conectores, las repeticiones y los recursos estilísticos;
me sirva como ejemplo decir:
Están los que piensan que Pizarnik era una loca.
Estamos los que pensamos que Pizarnik era una genia.
5 Comments:
A lo mejor para ser genio, hay que estar un poco loco (lo sé, no soy original, lo sé)
je.
me incluyo entre los últimos, muy buen post.
está primera en mi lista de links, le cuento.
Me gusta el post porque no entiendo, efectivamente, y a la vez puedo leer esa pérdida de sentido que se desborda. Y eso lo entiendo.
Un día te voy a forzar a que aprendas las dos o tres reglas de acentuación que nos hacen quedar tan elegantes a los que las aprendimos.
GRACIAS LUCIERNAGA!!!!!!!
Cuando descubra como mierda poner los links de costado ya apareceras entre los mios.........
pd: me conto sol que ya empezaron con lo de puesta en escena.....suerte con eso!!!!
rox: nos conocemos hace mas de 20 años, no te parece que hay esfuerzos inútiles?.....ya tuvimes la misma experiencia con "Barts", o no?
estoy muy de acuerdo con la frase con la que abrís "hay umbrales de los que no se vuelve"... y el ejercer el derecho a pensar es uno de ellos. a mi no me importa de qué lado del pensamiento esté alguien (si pizarnik, no pizarnik), simplemente me importa que piense. eso ya es bastante
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